En el fondo del armario

Ahí están todas esas cosas que guardamos "porsi". No solo ropa vieja, también objetos sin utilidad aparente que guardamos por si en un futuro nos sirvieran para algo.

Pero seamos realistas. Nunca volvemos a rescatar ninguno de esos porsis. Nuestra naturaleza apegada nos impide deshacernos de las cosas sin utilidad, por sentimentalismos, por ser precavidos, pues eso... "por si...." pero al final todas esas cosas se quedan en nuestro fondo de armario para años después sacarlas y decidir por fin tirarlas a la basura.

¿No sería más fácil ser un poco menos desapegados? ¡Tendríamos mucho espacio en casa!

Aun así, algunas de estas cosas que ocupan nuestro fondo de armario, cama, altillos, sí que tienen alguna utilidad...

Una vez desenterré mis viejos juguetes de debajo de la cama, con el propósito de deshacerme de ellos. Los saqué uno a uno de esa caja llena de polvo y... uno a uno los volví a meter.

Aquel reencuentro despertó en mi muchos recuerdos, recuerdos de juegos, de días sin preocupaciones, de horas con mis hermanos y también con mi imaginación. Cada uno de esos juguetes tuvo un nombre y personalidad un día para mi. Y yo no puedo deshacerme de algo con nombre.

Quizás la utilidad de todos esos juguetes guardados durante tanto tiempo era solo esa, la de recordarme que una vez fui niña :)

Tengo un plan

Todos deberíamos realizarnos tres preguntas unas cuantas veces a lo largo de nuestras vidas. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

Pararse a reflexionar sobre lo pasado, analizar lo bueno y lo malo y decidir en qué nos hemos convertido, para asi poder decidir qué camino escoger a partir de hoy y cuál es nuestro rumbo desde ahora.

Muchos se dan un paseo por la vida sin más, dejando que sea la corriente la que los arrastre de principio a fin. ¿No es mejor poder decidir tú por donde caminas y hasta dónde quieres llegar?

Tener un plan, de eso se trata. Y como buen plan, puede ser truncado, pero sin él caminamos hacia ninguna parte.

Para tejer tu plan tendrás que hacerte esas tres preguntas, y reflexionar sobre lo que hiciste, para decidir lo qué hacer, y elaborar la estrategia del camino hacia tus metas para alcanzar el éxito.

Yo, tengo un plan ;)

El éxito no existe

Existen el trabajo y la constancia.

De nuestro refranero español nos llevan toda la vida repitiendo aquél ya por todos conocido refrán "quien algo quiere algo le cuesta". Y está claro que en esta vida no nos regalan nada, todo nace de nuestro esfuerzo personal diario para luchar por nuestros proyectos, por nuestros sueños. De nuestra energía del deseo de hacerlos realidad, de nuestro empeño, de nuestra constante lucha contra los contratiempos que nos encontremos en el camino.

Esa es la clave del éxito, no existe otra fórmula.

Y aparentemente habrá aquellos que reciban más ayuda de la cuenta o se encuentren un camino llano, pero aquellos nunca van acompañados de la conciencia del esfuerzo y del trabajo, y el éxito solo llega a aquellos que lo saben valorar, que lo ganaron con su sudor, no dándose un paseo de rosas.

Tu sueño está al alcance de tu mano, siempre que desees conseguirlo, y estés dispuesto a luchar por él hasta el final.

2000

(Fíjense Vdes que no va tan desencaminada la viñeta)

Alguien se aucerda ya del año 2000? Afortunados los que vivimos el privilegio de asistir al cambio de siglo, y de milenio! Privilegio compartido tan solo con aquellos que vivieron allá en el año 999, (al menos D.C., antes digo yo que también contarían de alguna manera no?)

Llegó por aquel entonces el 31 de diciembre de 1999 y todos estuvimos espectantes ante esas 12 campanadas que antecedían aquel glorioso momento, no sin el temor de alguna catástrofe... El efecto 2000!!!! Que volvería locas a todas las máquinas del mundo!!! oO_Oo

Muchos fueron los que por entonces auguraron nuevos y mejores tiempos para el nuevo siglo que nos daba la bienvenida.

Ya hace 10 años de eso (Dios! Qué vieja estoy!! xD) Y aunque el S. XXI aun es un jovenzuelo, todo va, si cabe, peor que antes. Quizás sea yo que tengo una percepción equivocada de las cosas, pero entre catástrofes naturales, guerras, hambre, terrorismo, y la creciente falta de educación de la sociedad... A mi que me cuenten quien fue el que dijo que el S. XXI molaría más?

La esperanza es lo último que se pierde dicen... pero ante tal insistencia en la autodestrucción, propia y del planeta en el que vivimos, yo no apuesto 1€ por la supervivencia de la raza humana. Porque señores, 2000 años (o 5 millones de años desde los primeros antepasados) no es nada en la historia del Universo, y la madre naturaleza es muy sabia, se inmuniza ante los virus que la intentan destruir.

Encerrada en el tiempo

Fotografía: En el enlace está la dirección de donde la encontré,

no se si de su autor, pero en cualquier caso, fantástica foto

Así me siento a menudo, cuando reflexiono sobre el ritmo de vida de la sociedad actual, al menos en los paises desarrollados.

Todos los días entro a trabajar a las 08.30, y salgo a las 18.00h (de lunes a viernes). Tengo tres semanas de vacaciones en agosto (por obligación) y el resto en días festivos durante el año.

Nunca puedo coger vacaciones en otro mes que no sea agosto, ni disfrutar de un café por la mañana de un día cualquiera, ni ver el sol en los meses de invierno, porque justo cuando salgo de trabajar es de noche.

¿¿¿Y así hasta los 65 años???

¿En qué momento me equivoqué de profesión? ¿O de país en el que nacer? ¿Cuál es la fórmula para ser dueña de mi tiempo?

No es que no quiera trabajar, pero esta es la única forma de trabajar? Esclava de un horario inamovible entorno al que gira toda mi vida? Estoy segura que no. ¿No debería ser al revés?

Quizás de lo que sea esclava sea de todas las comodidades consumistas, porque en los paises en fase de desarrollo trabajan lo justo para comer, y el resto del día disfrutan de su familia, amigos, etc...

Eran un puñado de reflexiones sin más... Ahora está así, pero no hasta mis 65 años, me niego. ¡Encontraré la fórmula!

Las metas

Ya he hablado anteriormente de las pequeñas decisiones que uno tiene que tomar continuamente en el transcurrir de su vida.

Algunas de esas decisiones son difíciles, porque son decisiones que conllevan un gran esfuerzo, el esfuerzo de superarse a uno mismo. De superar un miedo para alcanzar un propósito aparentemente inalcanzable por nosotros, por un bloqueo que nos ponemos nosotros mismos, el de lo que no nos atrevemos a hacer.

Estas son las metas de superación de nuestra vida, aquellas que son difíciles de alcanzar, y que nos cuestan esfuerzo, sudor y lágrimas. Enfrentarlas y superarlas es lo que nos hace crecer como personas. Lo que nos hace grandes y libres en nuestro camino, dándonos la energía, el coraje, la actitud, la perseverancia, para saltar los obstáculos que nos encontramos.

Es como un videojuego, en el que uno tiene que conseguir bonus de fuerza, de habilidad, etc... para vencer a su enemigo. Cada meta de nuestra vida es un bonus, que nos hace ser más fuertes, hasta convertirnos en invencibles.

Y después de la batalla, no solo queda la victoria, queda la satisfacción de haber sido valiente para haberte enfrentadoe a ti mismo, a lo que temías, a lo que no te creías capaz de hacer.

Ese momento, en el que por fin respiras tranquilo, en el que todo lo que temías pasó, ese momento en el que caes en la cuenta que lo conseguiste, es grande. Porque a lo vencido ya no se le teme jamás.

Un regalo

Me encanta hacer regalos. Incluso más que recibirlos. Un regalo es una ilusión, mi ilusión de hacer feliz por un momento a una persona querida, con algo que se que le va a gustar, emocionar... Me encanta el momento de entregar mi regalo y esperar nerviosa a que su destinatario lo desenvuelva y vea el contenido. Esa cara, ese gesto, ese momento, es mi recompensa.

Pero no me gusta hacer regalos en Navidad. Tampoco en San Valentín. Ni en Sant Jordi. Ni el día de la madre o el padre. Etc... No me gustan los días de "regalo obligatorio", que solo son invento de los centros comerciales.

Y una vez entras en ese rol ya no se trata únicamente de hacer un "regalo obligado" sino de hacerlo a una "persona obligada". Tu suegro que te cae mal, aquel tío al que solo ves una vez al año...

Yo regalo cuando quiero, y a quien quiero, cuando realmente sale de mi hacer un regalo. ¿Y a quien no le gusta recibir un regalo el día menos esperado? Esos son los regalos que más me gusta recibir. Los que no espero, los que recibo porque la persona que me lo hizo pensó en mi cuando lo vio en aquel escaparate.

Así que esta Navidad no he hecho ningún regalo. Y he dejado pasar estas fiestas con la satisfacción de no haberme dejado llevar por el tren consumista al que todos se suben, viendo consumirse su paga extra (quien la tenga) al mismo ritmo que se llenan las colas de la caja de las tiendas.

Yo os invito a que reflexionéis sobre el real valor de un regalo, y escojáis sin dejaros influenciar por la sociedad consumista, cuando y a quien deseáis regalar algo.

Comprar un regalo 20€

Coger el metro para ir a comprarlo 1,20€

La sonrisa de quien recibe un regalo un día cualquiera, NO TIENE PRECIO.

El surtidor (2ª parte)

Después de mi entrada a cerca de lo molesto que me resulta ir a la gasolinera, contaré un suceso reciente de cuyo asombro aun no he salido... Aun no se si fue un espejismo, un sueño hecho realidad, una ilusión....

Circulaba yo por las calles de una ciudad desconocida, buscando un lugar que se resistía a ser encontrado, preocupada por la escasez del líquido negro que tan rápido chupaba mi cuatro ruedas... Avisté a lo lejos una gasolinera de desconocida marca que fortuitamente se cruzaba en mi trayecto.

Me detuve, ante el inminente final de la reserva de mi depósito, visto el éxito de mi búsqueda y teniendo en cuenta que aun debía de volver a casa.

Y bajé del coche en aquel paraje desolador, en medio de un polígono, con olor a gasoil, iluminado por fluorescentes que antaño tubieron que deslumbrar pero que hoy por hoy a penas proporcionaban una luz mortecina.

Me acerqué a la caja donde un amable señor tubo a bien de cargar 10€ de gasoil en mi surtidor, previo pago. Y tras este rutinario gesto regresé a mi coche dispuesta a repostar.

Cual fue mi sorpresa... Cuando al colocar la pistola dentro del agujero del depósito, e intentar sin esperanza que la palanquita se sostuviera durante el proceso, esta se quedó sujeta! Y por fin... después de infinitas recargas aguantando la pistola durante euros y euros de gasoil, pude quitar la mano del surtidor!! Y esperar cómodamente a que finalizara la carga!

Pero eso no es todo! Hayábame yo en pleno gozo y disfrute del momento cuando el repostaje alcanzó los 9€, que es cuando habitualmente la velocidad de la carga se reduce considerablemente, haciendo estos últimos céntimos interminables, cuando observé que el marcador seguía corriendo a la misma velocidad! oO_Oo

Y así fue como en un santiamén mi coche recibió sus 10€ de gasoil, cómodamente proporcionados por un surtidor con espera automática y raudo y veloz!

Y de nuevo me monté en el coche dispuesta a seguir mi camino, no sin salir de mi asombro por aquel gran descubrimiento, y a la vez sintiendo desdicha por no tener semejante maravilla de la tecnología surtidorífica en las gasolineras cercanas a mi nucleo urbano... :(

¿2000 qué?

Me niego en rotundo a escribir la típica entrada que estos días aparece en todos los blogs del ciber espacio! Hay tres tipos de entradas, las que felicitan el 2010 y las que recapitulan el 2009, y las que son una combinación de ambas cosas.

Yo no os voy a desear felicidad para el 2010. Yo os la deseo todos los días, y no necesito esperar al 1 de enero para decíroslo. Así que feliz día 5 de enero y consecutivos ^^

Tampoco voy a recapitular sobre el 2009. Recapitulo todos los días sobre lo bueno y lo malo que aconteció, y siempre tengo metas que cumplir, no espero a hacerme propósitos el 1 de enero, ni pretendo cumplirlos antes del 31 de diciembre, cualquier día es bueno para plantearse un propósito y lo finalizo cuando me lo propongo.

No obstante es cierto que cambiar de año conlleva ciertas tareas habituales tipo; cambiar de agenda, crear en tu PC la carpeta 2010, cambiar el calendario, etc... Y estos actos sin querer te llevan a reflexionar, a darte cuenta de que "un año más pasó".

Pero seamos realistas, lo único que cambia del día 31 de diciembre al día 1 de enero es que el día 31 estamos empachaos de comer y el día 1 resacosos, o no? xD

Feliz día 5 de enero! ^^

Sigo aquí! :p

Uff! Pues empezamos bien! Acabo de empezar el blog y ya he dejado dos semanas de escribir xD

La realidad es que esto de filosofar no es algo que uno apriete el botón y ale, todo fluya. A veces tengo filosofadas que no tengo tiempo de escribir, y otras veces tengo tiempo de escribir pero no filosofadas. Así es el mundo literario!

Y si a eso le sumamos que los días navideños han estado llenos de cosas que hacer (las típicas que no hace falta que recapitule) y que he estado varios días sin conexión... Pues eh aquí el motivo de esta laguna que llamaremos "pausa navideña".

Pero aquí vuelvo al ciberespacio con nuevas ideas para el blog ^^ ....próximamente! jijiji